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Soberanía Alimentaria y comunicación comunitaria: el 2018 entre el convite a los talleres y el dolor de los despidos

Desde la línea de trabajo del Área de Comunicación Comunitaria Soberanía Alimentaria y Comunicación Comunitaria, integrado por docentes y estudiantes del Área de Comunicación Comunitaria de la Facultad de Ciencias de la Educación de la UNER se pudo llevar adelante en el 2018 la Acción de Extensión “Hablemos con la boca llena; sumando voces comunitarias a la soberanía alimentaria”. La misma se desarrolló atravesada por una sucesión de acontecimientos, algunos dolorosos al momento desarrollar los talleres. Aquí un repaso por ellos.

 

Durante el año pasado se realizó la Acción de Extensión “Hablemos con la boca llena: sumando voces comunitarias a la soberanía alimentaria”, allí se vivieron una suerte de devenires que trajeron muchas emociones encontradas. Al momento de comenzar con la actividad se dio el proceso de recortes presupuestarios del gobierno nacional y parte del equipo de trabajo e integrantes de la Secretaría de Agricultura Familiar, fueron despedidos sin previo aviso y retirados de la importante tarea que llevaban adelante con productores familiares de la zona.

Sin embargo, dicho suceso, a pesar de lo controvertido y doloroso que resultó, no le puso alto al desarrollo de este proyecto, pero sin lugar a dudas lo afectó. Fue así que el equipo salió a la calle para manifestar solidaridad y repudio. Sin embargo y pese a la dura situación que vivían los compañeros, se realizaron los talleres planificados durante el período lectivo pasado y con
su participación.

Se trató de dos encuentros en María Grande, que incluyeron a productores, emprendedores y estudiantes avanzados de la escuela secundaria “N° 55 Héroes de Malvinas” de la localidad. Asimismo en los espacios estuvieron presentes referentes de distintas organizaciones productoras como Mujeres Campesinas, el INTA y la mesa de Feriantes de María Grande. Los productores feriantes, en su mayoría mujeres, discurrían en una gran cantidad de variantes que iban desde la elaboración de productos comestibles hasta artesanías. Eran productos con características únicas, elaborados con materiales naturales, libres de químicos y agroquímicos; piezas con rescate cultural poco visto. “Hecho con amor y en familia”, como mencionó una productora.

Con dinámicas propias de la educación popular se analizó la situación que se estaba atravesando, procurando poner de relieve las cuestiones comunes que los identifica como colectivo de feriantes. El primer encuentro tuvo como ejes centrales dos preguntas ¿Cuáles son las características que hacen que nuestro producto sea único? y ¿Qué nos gustaría/quisiéramos mejorar de nuestro/s producto/s?

Se generaron piezas comunicacionales como spots de audio que a la hora de la promoción y ventas de sus productos les serían útiles y que, además, podrían ser utilizados como estrategia de difusión en las próximas ediciones de la feria, ya sea en redes sociales, WhatsApp o circulando en radios. De manera dialógica se fue poniendo en valor la comunicación comunitaria.

Dentro de las inquietudes propias de la producción, surgieron propuestas en relación a la mejora de los productos. Por ejemplo, se rescató la posibilidad de vender en verdulerías como forma de acceso de los ciudadanos a precios razonables o de generar cuadernos con recetas que pudieran acompañar esos productos y guías para la utilización de los mismos, como un valor agregado a lo que ya se ofrece. De esta manera, el cliente puede llevar algo más que ese comestible final.

En simultáneo se desarrolló el taller con estudiantes secundarios donde se los invitó a conocer más acerca de los principios de la soberanía alimentaria y los conceptos de la comunicación comunitaria y reflexionar sobre ellos. Se trabajó para visibilizar lo cercano que tienen las buenas prácticas productivas, indagando en su propia familia o vecinos. Además, se hizo una visita a la huerta escolar de la mano de los anfitriones alumnos y docentes de la institución que nos mostraron los avances prácticos de la perspectiva agroecológica.

En una siguiente instancia el equipo volvió a María Grande, ya con el objetivo de reunir a los productores y los estudiantes en un mismo espacio. Allí, se trabajó en la elaboración de piezas comunicacionales para promover la venta de productos de agricultores y emprendedores familiares y en dar a conocer la Feria. Siempre con la metodología de taller, en relación al concepto de campañas comunicacionales y la caracterización de los distintos lenguajes, se intentó valorar la producción local. Además, se los incentivó a interactuar con sus celulares generando un entorno más dinámico y recreativo. De esta manera, en conjunto, produjeron sus propias piezas comunicacionales para la difusión de las ferias y los productos.

El equipo espera continuar adelante con las actividades durante el corriente año. Si te interesa participar escribirnos a soberaniaycomunicacion@gmail.com

 

Fecha: 14/05/2019

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