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Perspectiva de género en la Universidad: presentaron dos libros sobre Micaela García en la FCEDU

El panel «Perspectiva de Género en la Universidad. Diálogos en torno a la Ley Micaela» fue organizado por las Facultades de Ciencias de la Educación e Ingeniería, el equipo del Protocolo de Actuación contra las violencias sexistas de la UNER y la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (AGMER) | La actividad fue transmitida por el canal digital y de YouTube de nuestra universidad

Con la premisa de pensar la Universidad en clave de género y de derechos, se presentó por primera vez en Paraná el libro del periodista Santiago García, «Micaela García, la chica de la sonrisa eterna» (Chirimbote, 2022), y también se compartió la publicación coordinada por la abogada Yanina Yzet, «Micaela. Una vida, una muerte y una Ley (De) construcción del Estado con perspectiva de género. Ley 27499» (Delta, 2021). Fue el jueves 16 de junio en el Auditorio «Rodolfo Walsh» de la FCEDU-UNER.

La actividad, realizada en el marco de un panel titulado «Perspectiva de Género en la Universidad. Diálogos en torno a la Ley Micaela», fue organizada en conjunto por nuestra casa de estudios, la Facultad de Ingeniería, el equipo del Protocolo de Actuación contra las violencias sexistas de la UNER y AGMER; y transmitida en vivo por el Canal 20 de TV Digital de la Universidad Nacional de Entre Ríos y el canal de YouTube de la UNER.

En la oportunidad, la decana de la Facultad de Ciencias de la Educación, Aixa Boeykens, dijo que «seguramente va a ser el inicio de otras actividades que nos inviten a encontrarnos y a poder compartir lo que estamos haciendo, a pensar en clave de derechos y de respeto a los feminismos y las diversidades, y que lo ampliamos en general a pensar en una sociedad que sea respetuosa de los derechos humanos». «Hemos mejorado muchas cosas, pero sin dudas también hay muchísimo por seguir haciendo», señaló.

Por su parte, la secretaria de Extensión y Cultura de la facultad, Karina Arach Minella, valoró «que se celebren diálogos al respecto de poder pensar nuestra propia Universidad en clave de género y tejer caminos que vayan hacia construir una Universidad no sexista, para que la perspectiva de género pueda ser efectivamente implementada de modo transversal».

A su turno, la secretaria de la Mujer e Igualdad de Géneros de AGMER, María de los Ángeles Gebhardt, dijo que «la idea es fortalecer estos espacios de diálogo e ir tejiendo redes entre las instituciones que estamos trabajando sobre lo mismo, que es acompañar en estas situaciones que son difíciles, como lo plantea la Ley Micaela».

La autoridad de aplicación del Protocolo contras las violencias sexistas de UNER y moderadora del panel, Luciana Basso, sostuvo que resulta propicio «generar este espacio para poder pensarnos desde la construcción de conocimiento, desde el espacio de las aulas, desde el encuentro con la perspectiva de género en términos no solo de la actuación en algunos casos determinados, sino en el sentido más amplio que eso implica». «Necesitamos empezar a dar pasos en torno a la paridad de género, discutir cómo están conformadas nuestras cátedras, de qué manera estamos las mujeres en la universidad», dijo y en este sentido, señaló que «la cuña pedagógica que pone la Ley Micaela nos obliga a mirar esos espejos que a veces nos devuelven imágenes que son difíciles de ver en las instituciones».

El panel consistió en una conversación con los autores de los libros acerca de los puntos centrales de las obras, su génesis y proceso de producción, entre otros. Posteriormente, se abrió el intercambio con el público presente en el auditorio e incluso se incorporó una pregunta de quienes estaban siguiendo la transmisión por el canal de YouTube de la universidad.

 

Micaela García, la chica de la sonrisa eterna

El libro de Santiago García, editado en 2022 por la Editorial Chirimbote, «surgió de mi trabajo como periodista», contó su autor, y significó «una investigación paralela a la de la Justicia», que le llevó más de cuatro años. «A Micaela no la idealicé, traté se ser respetuoso con su historia y con el movimiento de género; traté de contar su historia con la mayor rigurosidad posible», definió durante el panel.

García escribía para el diario El Debate Pregón de Gualeguay cuando el 1 de abril de 2017 ocurrió en esa ciudad el femicidio de Micaela García, «después del primer Paro Internacional de Mujeres», contextualizó. «Un mes antes se había dado en la ciudad de Galarza el femicidio de María Edith Morales. También había ocurrido un intento de femicidio en el centro de Gualeguay, y a su vez, aunque de manera incipiente, estaba creciendo mucho la organización del movimiento de mujeres en la ciudad», recordó.

La motivación de escribir el libro «tiene que ver probablemente con que es una historia que tiene ciertos elementos que desde el punto de vista del periodismo llamaban la atención: la crueldad de su búsqueda durante una semana que estuvo desaparecida, que sus femicidas no fueran del ámbito familiar ni sus conocidos» y la movilización social que generó el femicidio, indicó García. «Recuerdo que el Abrazo a Micaela en el Centro de Educación Física Hugo la Nasa en Concepción del Uruguay al que ella asistía, me impactó; me llamó la atención que hubieran tantas y distintas organizaciones políticas, no solamente las compañeras y compañeros del Movimiento Evita, del peronismo, sino también del comunismo, del socialismo, del radicalismo. Una de las banderas, decía: ‘Las paredes se limpian, las pibas no vuelven’; esa escena fue muy impactante y me daba la impresión de que eso era para un libro, porque los medios de comunicación hablábamos del ‘último adiós’ y claramente eso no era una despedida», remarcó y expresó: «Yo no elegí esta historia sino que me eligió a mí».

Sostuvo, además, que «todos los femicidios son igual de importantes, pero algunos, como el de Mica, generan un cambio cualitativo en la sociedad y en los movimientos de género«. «Creo que tiene que ver (entre otras cosas) con que ella era una militante política. La única remera del Ni Una Menos que había en el Profesorado de Educación Física era la de ella. Y también, por supuesto, con el mensaje de su familia, que el 8 de abril salió a la plaza y en vez de decir ‘vamos a la cárcel y prendamos fuego la ciudad’, dieron un mensaje que es el mismo del espíritu de la Ley Micaela, que va en concordancia con algo que ya se venía trabajando y que hizo que la ley lleve el nombre de Mica», sostuvo García.

En cuanto al proceso de producción de la obra, dijo que «el trabajo del libro fue reconstruir a través de entrevistas en profundidad a las personas que vivieron con Micaela, su infancia, su familia, todas las etapas de su vida en sus distintas facetas, como deportista, como militante política, como compañera del secundario, del instituto de Educación Física; es decir, recorrer toda su vida desde que se conocieron su mamá y su papá, Andrea y Yuyo, hasta que se dio el femicidio y también el día después, lo que fue el legado de Micaela». «Las entrevistas en profundidad son duras, de muchas horas; se construyen vínculos que a veces trascienden lo profesional. Yo estuve viviendo con la familia de Micaela durante muchos días; tenía 30 horas de grabación de Yuyo que desgrabé a mano; sus compañeros y compañeras del Profesorado de Educación Física se quedaban en mi casa», ejemplificó.

Según reflexionó, «un punto central del libro tiene que ver con la disciplina del trabajo, con ese oficio que acá en la Facultad nos enseñaban que tenía que tener disciplina y ética. Para mí fue muy importante esa formación, que tuvo tanto que ver con la redacción, con la producción periodística, con la edición. En principio, identificar que ahí había una historia, que tenía elementos distintivos, algo que después fui leyendo en muchos libros de periodismo narrativo; y después, lo primero que tenía que hacer era pedir autorización a la familia, porque lo que yo iba a hacer era escarbar en la historia de una chica que tenía una familia detrás», dijo.

Respecto a la estructura del libro, «no es exactamente cronológica sino que hay algunas rupturas, pero tiene un orden», explicó el autor. «Empieza con el último día de Mica, desde que se despierta hasta que es capturada, que es un recurso bastante clásico en el género del periodismo narrativo», contó. Tras una reconstrucción cronológica de la vida de Micaela García a través de las entrevistas a sus conocidos, «después de que termina la búsqueda, hay un capítulo que se llama Todas las injusticias, que va hacia atrás nuevamente, desde la liberación de [Sebastián] Wagner por parte del juez [Carlos] Rossi hasta la situación de [Néstor] Pavón, que todavía está por resolverse en la Corte Suprema de Justicia de la Nación. El libro termina con un capítulo un poco más poético sobre el recital del Indio [Solari] y el Abrazo a Micaela, que son dos eventos muy conectados tanto en el tiempo como con lo que fueron, porque el Abrazo a Micaela en Concepción del Uruguay fue como una misa. Y cierra el epílogo, con la Ley Micaela, el legado de Micaela».

 

Micaela. Una vida, una muerte y una Ley (De) construcción del Estado con perspectiva de género. Ley 27.499

El libro de Delta Editora fue coordinado por la abogada Yanina Yzet, titular de la Oficina de Violencia de Género del Poder Judicial de Entre Ríos, una de las 28 autoras y autores que escribieron los artículos que lo integran. «Muchas y muchos somos parte del Observatorio de aplicación de la Ley Micaela y completamos con otros profesionales que la Ley establece. Es decir que la inspiración de los temas incluidos fue la propia temática detallada por el Observatorio nacional y el provincial en cuanto a lo que la Ley Micaela establece respecto de en qué puntos debemos capacitarnos operadores y operadoras de los tres poderes del Estado», explicó Yzet durante el panel en la FCEDU. «El libro pretende ser una herramienta para todos los aspectos en que debemos formarnos de manera integral», dijo.

Además de la formación, «no hay otra manera de ejercer una profesión con perspectiva de género, que teniendo sensibilización en las temáticas de género», señaló. En este sentido, aludió al término «(De) construcción» del título de la obra: «Si queremos construir primero tenemos que deconstruirnos y esta tarea de repensarnos debe ser permanente, para cambiar prácticas y lograr ser personas nuevas en la perspectiva de género». «No basta con leer todas las bibliotecas en la temática si no logramos hacer una evaluación, una identificación de cuáles son esas situaciones de desigualdad para poder incorporarlas auténticamente a la propia vida, a la cotidianeidad de las propias conductas y vínculos, y así poder garantizar que los derechos sean de un goce efectivo y real», sostuvo.

Yzet repasó que tanto la Comisión para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer de 1979 (CEDAW por sus siglas en inglés), de la ONU, como la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer -conocida como Convención de Belém do Pará (sitio de su adopción en 1994)- ya ponían de relevancia la necesidad de capacitación en perspectiva de género. «Lo que hizo la Ley Micaela fue enrostrarnos un deber que había asumido nuestro Estado y sin embargo seguía pendiente. Tuvimos que tener una ley específica que nos dijera que teníamos que capacitarnos y sensibilizarnos, porque la particularidad que tenía la temática de género era que nos encontrábamos las mismas personas en todas las reuniones y capacitaciones sobre el tema y nos costaba mucho incorporar a otros colegas de otras disciplinas», señaló.

«Pasaron muchos años desde donde arrancamos y quizás los jóvenes ya lo tienen más innato o incorporado. Hemos empezado a encontrar en las capacitaciones a otras personas a las que se les va dejando la semilla y empezamos a ver cada vez más políticas de género en las distintas actividades, no solo en las resoluciones judiciales, y esto tiene que ver con que algo se está haciendo, pero vamos caminando en un camino en el que nos falta mucho. Hoy el principal problema que tenemos es la necesidad de recursos para hacer efectivos muchos de los derechos que estamos reclamando», concluyó.

 

Fecha: 21/06/22
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