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Paraná a través de sus imágenes

Una producción de Greta Bellmann y Brenda Schönfeld

en el marco de su tesis de grado de la Licenciatura en Comunicación Social:

«Efecto Mariposa: sitio web para divulgación de investigaciones producidas desde la FCEdu-UNER» 

 

Durante fines del siglo XIX y principios del siglo XX Paraná comienza a ser pensada como una ciudad moderna que debía transformarse | Esto repercutió en el modo de habitar y relacionarse en el espacio | Ana Laura Alonso se interesó en explorar estos cambios a través de la fotografía.

Fiesta agrícola en el Hospital San Martín, año 1905. Gentileza de la investigadora

 

El modo en que las ciudades, las calles y edificios fueron planificados y construidos tienen un trasfondo muchas veces desconocido que determina no solo su estructura sino la manera en que son habitadas. Cómo Paraná fue erigiéndose representa ciertas formas de relación entre los habitantes, los cuerpos, la higiene, la distinción de clases y la estética. Sus posteriores transformaciones dieron cuenta de determinados cambios sociales y produjeron muchos otros en los propios habitantes. Algunas de estas cuestiones han sido retratadas a través de la fotografía dejando un registro muy interesante y rico de ser analizado en profundidad. Ana Laura Alonso es docente e investigadora de la Facultad de Ciencias de la Educación, y desde hace algunos años se dedica a indagar sobre el pasado de la capital entrerriana.

–¿Cómo fueron tus inicios en la investigación?

–Mientras estaba estudiando en la Facultad me enteré de un concurso para ser becaria de un proyecto de investigación que trataba sobre la historia de la prensa en Entre Ríos. El tema me gustaba, así que me puse a estudiar. Luego rendí y gané el concurso. Ese fue mi ingreso a la investigación.

–Desde tu opinión, ¿es necesario alentar a los estudiantes a involucrarse en la investigación?

–Sí, pero desde la conciencia que investigar implica otra temporalidad que no se corresponde con la instantaneidad de hoy en día. A veces el trabajo de un becario es hacer archivo, entrevistas y estudiar durante un año o más. Por eso creo que no es para todo el mundo, es para quien tenga ganas de invertir su tiempo en esto. También, es fundamental distinguir que las becas de investigación no son de ayuda económica, sino que son de formación.

 

El proyecto

Paraná tiene un amplio archivo histórico de fotografías que se encuentra en el Museo Histórico de Entre Ríos Martiniano Leguizamón. Esta colección que conforma la actual fototeca fue restaurada en 1999 y contiene un registro tomado en los primeros siglos de la fotografía. El interés por explorar el patrimonio de la ciudad y su historicidad a través de esta documentación llevó a Alonso a dirigir por primera vez un proyecto con categoría novel que se tituló: “Comunicación y cultura urbana. La construcción social de la otredad en la Paraná moderna: otros sujetos, prácticas y espacios (finales del siglo XIX principios del XX)”.

–¿Qué singularidades tiene un proyecto novel y cómo fue tu experiencia dirigiéndolo?

–Los proyectos de investigadores novel tienen una duración de sólo 15 meses y no hay becarios. El equipo tiene que estar constituido por tres docentes de la Facultad, en este caso me acompañaron Paula Kindsvater y Rocío Fernández. También, debe contar con un asesor externo, que fue Victor Lenarduzzi. Desde mi experiencia,uno de los mayores obstáculos fue la administración del presupuesto de $15.000 para tres personas durante más de un año. Creo que es paupérrimo el sistema de sostenimiento económico de esos proyectos.

–¿Y de qué trata el proyecto de investigación?

–En la investigación indagamos sobre el proceso de construcción de la otredad que contradice al imaginario de ciudad moderna. A partir de 1883, cuando Paraná vuelve a ser capital provincial, hubo un proceso de reconstrucción edilicia y comienza a exhibirse como una ciudad moderna. Nosotros investigamos cómo se fue instaurando la idea de que había ciertos espacios que eran peligrosos o antihigiénicos. Entonces, los ranchos comenzaron a desentonar y hasta surgieron metáforas en las que se los describe como manchones de la ciudad alabastro.

–¿Cómo surge tu interés de investigar sobre este tema?

–Siempre trabajé en el campo de la comunicación y la ciudad. Me interesa pensar a la ciudad como un terreno de disputa entre distintos actores, a veces desnivelados. No trabajo medios sino mediaciones comunicacionales, una de ellas es la historicidad que sirve para desnaturalizar los hechos. Y además, considero que la Facultad tiene que tener un vínculo con el territorio en el que está anclada, es decir con Paraná.

–¿Qué tipo de fuentes utilizaron para el desarrollo de su investigación?

–En la investigación trabajamos desde el análisis del discurso y un paradigma indiciario. Nos nutrimos a partir de fotografías, testimonios de prensa y todas las publicaciones de la época que encontramos. También incorporamos literatura, es un material potable como archivo siempre que se la ponga en diálogo con producciones de esa época. Es necesario un cruce de fuentes.

–¿Cuál es el paso siguiente luego de finalizar una investigación?

–En nuestro caso luego de presentar el informe final de investigación empezamos a buscar formas de divulgarlo. Es importante que recorra otros circuitos, ya sea a través de ponencias en congresos o de la publicación de artículos. Para eso le damos un formato de redacción que tenga la impronta de lo visual, ya que la fotografía cumple un rol central en nuestra investigación. Sin embargo, el panorama es un poco incierto, porque si no conseguimos reeditar el proyecto en el marco de la Universidad debemos buscar otras maneras de financiamiento para poder seguir investigando sobre el tema.

–¿Te parece importante que los resultados puedan llegar más allá de la comunidad científica y académica?

–Sí, creo que deberíamos ser capaces de poder dirigirnos a otros públicos más amplios.

Ana Laura Alonso

Estudió Comunicación Social en la Facultad de Ciencias de la Educación donde actualmente es docente. Luego de recibirse se especializó comunicación e imagen institucional en la Fundación Walter Benjamin en Buenos Aires. En la actualidad integra las cátedras de Comunicación y Cultura; Comunicación y Conocimiento; Ciencia, Arte y Problemática del Conocimiento; y Patrimonio y Aspecto Museográfico.

 

 

Fecha: 10/4/21
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