La Facultad de Ciencias de la Educación – UNER realizó un viaje a la 46° Feria Internacional del Libro de Buenos Aires que, además, incluyó una visita al Museo Sitio de Memoria ESMA | La actividad se desarrolló el viernes 13 de mayo y contó con la participación de estudiantes, comunidad graduada y docentes.
La convocatoria a viajar a la 46° Feria Internacional del Libro de Buenos Aires contó con una importante respuesta por parte de la comunidad de la FCEDU, especialmente del claustro estudiantil, que registró un total de 197 inscripciones. Sobre esta iniciativa, el secretario general Ignacio González Lowy destacó: «Entendemos que este tipo de experiencias van mucho más allá del valor académico que tiene el hecho puntual de poder ir a la mayor feria de libros del país y de la región, donde uno puede ponerse al día con novedades y acceder a materiales que no siempre circulan por todo el país. El valor formativo del viaje es también la experiencia en sí de compartir una jornada entre estudiantes, docentes y graduados/as de la Facultad, saber que viajamos como parte de la institución, en el marco de una propuesta específica de la UNER. Entendemos que ayuda a fortalecer lazos y vínculos identitarios hacia el interior de nuestra comunidad estudiantil y universitaria».
El recorrido por la Feria fue libre y se extendió desde el mediodía hasta la noche. Además de visitar stands de editoriales, las y los participantes asistieron a charlas y presentaciones programadas en la agenda del día. «Como experiencia en sí me pareció super enriquecedora y me hizo sentir mucho orgullo de formar parte de la universidad pública que nos permite a los estudiantes hacer este tipo de viajes, que nos forman como personas y como integrantes de la academia, ojalá se puedan repetir este tipo de experiencias», expresó Agustina Labath, estudiante de Comunicación Social.
Por su parte, Mercedes García, graduada de la FCEDU que también integró la comitiva, remarcó la buena organización del viaje y que «es una propuesta que no debe dejar de hacerse en nuestra facultad, sobre todo porque para quienes estamos lejos de la ciudad de Buenos Aires, tenemos en un mismo lugar la posibilidad de recorrer diferentes stands con propuestas de editoriales de todo el país y conocer, escuchar y ver de cerca a personalidades de nuestra cultura que de otro modo sería más difícil tener la oportunidad; es sumamente enriquecedor».
Antes de arribar a la Feria del Libro, algunas personas realizaron actividades libres como paseos por el microcentro, visitas a espacios culturales y al Museo Sitio de Memoria ESMA, donde funcionó el Centro Clandestino de Detención, Tortura y Exterminio de la Escuela de Mecánica de la Armada, ESMA. Allí estuvieron detenidos desaparecidos cerca de 5.000 militantes políticos y sociales, de organizaciones revolucionarias armadas y no armadas, trabajadoras, trabajadores y gremialistas, estudiantes, profesionales, artistas y religiosos, durante la última dictadura.
«La visita al museo – sitio de la memoria de la ex ESMA se constituye en un valioso aprendizaje, especialmente para quienes estudian carreras humanísticas y sociales como las que ofrece nuestra Facultad, ya que ni la comunicación, ni la educación, ni la gestión cultural o la producción editorial se pueden entender al margen de nuestra historia y de los sufrimientos, las vivencias y los proyectos colectivos que nuestra sociedad transitó y construye», subrayó Ignacio González Lowy.
El itinerario fue en modalidad guiada y comprendió el recorrido por las instalaciones que, a través de un sistema de dispositivos museográficos, evocan y aproximan los hechos que acontecieron allí desde las voces de las y los sobrevivientes. «La visita fue impactante, fue fuerte ver los lugares donde tenían recluidas a las personas, se sentía en el ambiente lo que fueron las historias desgarradoras que hubo ahí. Todo el recorrido fue en silencio, increíble, porque todo el grupo sentía, yo creo, peso de estar ahí», contó Ariel Bacigalupo Torres, estudiante de Comunicación Social.
Para Agustina Labath esta instancia tuvo un valor añadido «para quienes somos militantes». La estudiante remarcó que «recorrer ese lugar, esas paredes que fueron testigos de aberraciones, escuchar los testimonios de las personas que estuvieron detenidas, no sólo fue emotivo si no que dio lugar a una profunda reflexión.
«Fue muy fuerte, movilizador. Para conocer desde el dolor y el terror provocado por el Estado en la dictadura, la resistencia y la sororidad de sus víctimas, hasta los caminos de la memoria, la justicia y la reivindicación transcurridos desde la recuperación de la democracia», concluyó el secretario González Lowy.