Argentina se convirtió en el primer país del mundo con una ley de equidad de género en medios de cualquier soporte, tanto de la órbita pública, como privados con y sin fines de lucro | Hablamos con las periodistas graduadas de la FCEDU Sandra Miguez, Gisela Romero y Evangelina Ramallo y con la docente y coordinadora de la carrera de Comunicación Social, Aixa Boeykens
A pocos días del 7 de junio, la fecha en la celebramos al oficio periodístico, la Cámara de Diputados de la Nación sancionó una ley que es pionera en el mundo. El proyecto aprobado fue presentado por la senadora Norma Durango y recoge una propuesta del colectivo de Periodistas Argentinas con aportes de otras redes de comunicadoras feministas como la Red PAR y LATFEM.
La normativa considera «equidad en la representación de los géneros desde una perspectiva de diversidad sexual a la igualdad real de derechos, oportunidades y trato de las personas, sin importar su identidad de género, orientación sexual o su expresión” y prevé un régimen de cumplimiento obligatorio para los medios de gestión pública así como incentivos para el sector privado, por ejemplo, beneficios en el acceso a la pauta oficial.
Tuvo resistencias y críticas de parte de algunos periodistas, empresas de medios, así como un dictamen en disidencia firmado por diputadas del bloque de Juntos por el Cambio. La coordinadora de la carrera de Comunicación Social y docente del Taller de Producción Periodística de la FCEDU, Aixa Boeykens, expresó al respecto: «Antes de la sanción de esta ley muchos medios de comunicación cuestionaron la normativa con el argumento de que pretende restringir la libertad de expresión. No se advierte en qué artículo de la ley que se aprobó se está limitando la libertad de expresión. Al contrario, al buscar que los medios incorporen en sus espacios a personas con diferentes identidades se está promoviendo la incorporación de diversas experiencias y puntos de vista que posiblemente contribuyen a construir la agenda informativa con mayor pluralidad y respeto».
Experiencias en medios
Sandra Miguez es periodista, conductora en LT14 y en Radio UNER Paraná, integrante de la Red PAR y de la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género – Argentina y autora de Crímenes menores (Azogue, 2019), un libro que documenta el jury al juez Carlos Rossi –el primer jury a un magistrado por un tema de género–, en el marco del femicidio de Micaela García. Estudió la carrera de Comunicación Social en la FCEDU en la época de la apertura democrática y dice que no recuerda situaciones de desigualdad: «Fue una época en la cual muchas compañeras presidían distintos centros de estudiantes en las Facultades, participábamos prácticamente en una relación de paridad».
En cambio, «sí empecé a ver la desigualdad cuando entré en el mundo laboral. Cualquier espacio en los medios o en las áreas de comunicación presentaba muchos obstáculos al ser mujer, se privilegiaba a los compañeros varones en los puestos de decisión», advierte. «Esto se profundizó cuando fui madre. Había reuniones fuera de los horarios de trabajo, en las cuales se debatían cuestiones laborales, y en las que quedaba afuera. Eso se naturalizaba, a veces ni me convocaban porque daban por hecho que no iba a poder. Esta doble discriminación es proporcional al doble esfuerzo que tenés que hacer: demostrar que sos buena en tu trabajo y que además podés con todo. Y como además es algo que hacemos todas las mujeres, terminás jugando ese rol porque ‘todas pasamos por lo mismo”».
De todos modos, Sandra reconoce, en perspectiva, que «estos temas nunca los tratamos mientras cursaba la carrera. Recuerdo el magistral desarrollo de docentes que nos hablaban de la concentración de los medios, pero diría que era nulo el análisis de los medios desde una perspectiva de género. Hoy incluso hay mediciones que cuantifican estas brechas. Por eso me parece que de manera transversal y dentro de cada materia, estos temas tienen que estar dentro de los desarrollos curriculares».
«Ingresé al periodismo en 1998. Primero en radio, después se sumaron los medios digitales y las experiencias de comunicación para instituciones, y desde esas primeras experiencias hasta que gestamos con un grupo de compañeres la revista Telaraña. Hilos de lo cotidiano, la mayoría de mis compañeros de trabajo y los jefes eran varones. Nunca compartí las redacciones ni los estudios de radio con personas trans y sólo en dos oportunidades, a lo largo de 20 años, tuve jefas mujeres«, detalla Gisela Romero, periodista, colaboradora de la Agencia Presentes y, actualmente, subsecretaria de Comunicación y Ceremonial del Ministerio de Desarrollo Social de la provincia.
Más conocida por sus compañeras y compañeros de cursada en Comunicación Social como Yiyo, Gisela recuerda que «los debates en los 90 no estaban relacionados con las desigualdades entre géneros y conocía a pocas compañeras que se definían militantes feministas». A su vez, en las experiencias profesionales, «las situaciones de desigualdad entre géneros eran notables pero no había, al menos en mi circuito laboral, un análisis o un cuestionamiento sobre eso. Los gritos, los chistes machistas, las descalificaciones, los calificativos negativos hacia compañeras por la edad o su talle, entre otras realidades, eran habituales y se naturalizaban. Así como en el ámbito laboral no había debates en torno a las situaciones de discriminación por género, por edad, por la identidad de género que teníamos las mujeres cis, tampoco formaba parte de la agenda de la facultad».
Evangelina Ramallo, por su parte, comenzó a trabajar en medios de comunicación de la ciudad de Paraná en 2004, primero en Diario UNO de Entre Ríos y luego en dos medios televisivos. Actualmente conduce el noticiero central de Canal 9 Litoral, Telenoche. «Creo que para comprender la importancia de esta herramienta hay que remarcar lo que hasta aquí está sucediendo: si bien las mujeres y el colectivo LGBTQ somos la mitad de la población, no somos la mitad en los medios de comunicación. Según datos a nivel nacional apenas representamos un poco más del 30% y, quizás lo que es más determinante, es saber quiénes dirigen los medios. Allí la brecha es mucho más profunda, cerca del 80% de los directivos son varones«.
«Esta ley me encuentra trabajando en un medio donde las mujeres sentimos que se cumple este objetivo de la equidad –continúa Evangelina–. La producción de los noticieros del mediodía y de la noche está en manos de mujeres, la conducción del noticiero del mediodía está a cargo de dos mujeres, en el noticiero central de la noche somos dos conductores y, justamente, si hay alguien que ha incorporado los conceptos del feminismo, que los pone en práctica e, incluso, me enseña es mi compañero en esa co-conducción, Fernando Miguez. Es un medio que tiene una jefa de noticias, mujeres liderando las áreas administrativa y comercial, pero más allá de los casos puntuales, particulares, esta es una ley necesaria. Sin dudas hay roles en los medios que están muy masculinizados y la ley de equidad viene a facilitar y profundizar un proceso que, afortunadamente, está en marcha desde hace algunos años».
Además de su experiencia en Canal 9, Evangelina Ramallo se desempeña como conductora de Jardín de Gente por Radio UNER Paraná: «Lo destaco porque quienes estuvieron desde un inicio en el armado del proyecto de Jardín de Gente, lo pensaron de esta manera, con una mujer en la conducción del programa, que representa a la Facultad y, en particular, a la carrera de Licenciatura en Comunicación Social. No me parece un dato menor, creo que reafirma el posicionamiento de esta casa de estudios respecto de la visión de género. Hoy compartimos la conducción con Pablo Russo y el programa también tiene una perspectiva de género en cuanto a los temas que se abordan. Me parece central que esto suceda en el contexto de una casa de estudios que forma comunicadores«.
Periodismo y feminismo
A principios del 2000, empezaron a reunirse distintas periodistas y a hablar de obstáculos y problemáticas que aparecían en distintos puntos del país y en ciudades chicas y grandes. «Encontrarte con una compañera de Jujuy, otra de Córdoba, una del sur, otra de la capital, coincidiendo en estos análisis fue muy fuerte, porque también era comprender que estábamos frente a un trabajo que teníamos que hacer de manera colectiva. De ahí surgió Periodistas Argentinas en Red. Sonia Santoro y Sandra Chaher convocaron en 2006 al primer Encuentro Nacional de Periodistas con Visión de Género y junto a compañeras de casi todas las provincias, conformamos PAR«, detalla Sandra Miguez.
«Uno de los hitos más representativos fue el 3 de junio de 2015 con el grito de #NiUnaMenos –sigue Miguez– que surge de las periodistas, cansadas de contar mujeres muertas, víctimas de feminicidios. También los Encuentros Nacionales de Mujeres, hoy reconociendo la interculturalidad y la intersectorialidad y extendiendo su denominación, así como la integración y participación dentro de la Campaña Nacional por el Aborto en nuestro país. Cada fecha sirve para reafirmar las premisas del compromiso social y la necesidad de seguir ampliando derechos en un movimiento colectivo, ascendente, que en este momento no tiene ningún otro movimiento». En ese sentido, reafirma: «Esta experiencia que se viene dando en Argentina es mirada con respeto y admiración en distintos puntos del mundo y se toma como ejemplo de la lucha y la conquista de derechos humanos fundamentales».
Gisela advierte que «pasaron muchos años hasta que la agenda del feminismo irrumpió en los medios, generó debates en las redacciones y empezó a permear en las cuerpas». A través de los encuentros entre periodistas con visión de género, «abracé esos tiempos de cambio»: «Empecé a escuchar a compañeras que ya venían con una trayectoria en la militancia feminista, a leer, a encontrarme con pares que, de forma solidaria y empática, fueron compartiendo sus vivencias y nos fueron formando en una mirada del mundo que era totalmente diferente a la que nos habían inculcado desde gurisitas. Ha sido un largo trayecto hasta poder autodefinirme una periodista feminista, porque la deconstrucción nos atraviesa profundamente a quienes pasamos los 40 años».
Evangelina reconoce que «nosotras mismas estamos experimentando esto dentro de los medios, estamos aprendiendo a promover la palabra de la mujer y la construcción de las noticias con perspectiva de género». Y remarca: «En este sentido, es clave reconocer el impulso del feminismo para lograr esta reparación de una desigualdad histórica. Lo quieran aceptar o no, es una desigualdad que nos acompañó en todo el camino de la historia de los medios«.
Los desafíos futuros
«La brecha de género también es salarial, es del 27%. Las mujeres periodistas cobramos menos por iguales funciones y esto tiene que ser corregido. Ahora se plantean nuevos desafíos, porque en muchos casos vemos la incorporación de mujeres pero –más allá de las capacidades que cada compañera pueda tener– se sigue priorizando el aspecto físico, los modelos ‘estéticos’, que se sea joven; mientras a los varones no se les ‘exige’ ni juventud, ni que estén ‘en forma'», sostiene Sandra Miguez.
Evangelina Ramallo coincide: «Creo que queda por delante erradicar definitivamente violencias que están naturalizadas. En el caso de los medios televisivos, la edad de la mujer que está en pantalla, el aspecto físico, las exigencias que hay para con la mujer en estos aspectos que no se aplican en el caso de los varones. Y el desafío está también en que se cumpla con el cupo que contempla la ley para personas trans, que es del 1%. Además, la perspectiva de género no está presente en todos los medios ni en todas las personas que forman parte de los medios».
«Celebro que en medios públicos como es LT 14 Radio Nacional General Urquiza actualmente ocupe el rol de directora Silvina Ríos. Es la primera directora mujer pero además es una persona que tiene una vasta trayectoria en ese medio de comunicación y ha tenido un rol importante en el Sindicato Entrerriano de Trabajadores de Prensa y Comunicación. (SETyPC). En ese lugar viene trabajando para proponer una agenda que da lugar a las distintas voces y géneros», remarca Aixa Boeykens.
Transformaciones institucionales
La coordinadora de la carrera de Comunicación Social, Aixa Boeykens, tiene una larga experiencia en la docencia y la producción periodística, tanto en la Universidad como en el nivel secundario. «Como toda institución, pero sobre todo en la FCEDU, tenemos el desafío cotidiano de pensar qué acciones, que políticas concretas llevar adelante para lograr intervenir, promover la equidad de género y ser respetuosos de las identidades de género».
En ese sentido, reconoce que «el lugar de quienes son estudiantes en la Facultad es muy importante porque sus preocupaciones y sus debates nos interpelan». «A nivel de cátedras, hay muchas que van incorporando distintas temáticas que tienen que ver con esto. Con el equipo de Protocolo contra las violencias sexistas de la Universidad vamos trabajando muy articuladamente. Sin dudas falta, pero como todo cambio lleva su tiempo. Lo importante es seguir trabajando para hacer una facultad cada vez más democrática, en ese gran sentido que supone hoy pensar la democracia, que tiene que ver con incorporar a las distintas identidades de género y con políticas que sean realmente inclusivas».
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