Este 10 de abril se conmemora en Argentina el día del Investigador/a Científico/a, en homenaje al médico Bernardo Houssay | En contraste, la comunidad científica argentina vive un periodo crítico con la reducción presupuestaria para el financiamiento de proyectos y becas de investigación | Carina Cortassa, Secretaria de Investigación y Posgrado, comenta acerca de la situación y Gonzalo Andrés, becario de CONICET, hace referencia a su ingreso a la carrera como investigador en este contexto
La situación que se produjo con los ingresos a la última convocatoria a CONICET, dados a conocer el pasado 5 de abril, es un emergente de la tendencia al ajuste y la precarización en términos generales de las instituciones y recursos humanos del sistema científico tecnológico en Argentina.
Los números lo evidencian: de las 2595 postulaciones sólo entraron 450 personas, demostrando la importante pérdida en cuanto a recursos humanos altamente calificados en distintas disciplinas científico-tecnológicas. Cabe destacar que ese grupo científico fue formado durante más de una década a lo largo de todo el país.
«Sin embargo, eso no es sino uno de los tantos emergentes de la situación tan difícil que está atravesando la investigación y desarrollo en Argentina no sólo por el recorte de los ingresos al Consejo sino también por lo que se está atravesando a nivel de los subsidios ya otorgados para proyectos de investigación y desarrollo científico tecnológicos por la Agencia Nacional de Ciencia y Tecnología, el principal organismo financiador de la investigación en nuestro país» señala Carina Cortassa, Secretaria de Investigación y Posgrado de la FCEDU-UNER.
Sobre esta situación la Secretaria explicó que los proyectos presentan retrasos considerables en la acreditación de los subsidios además de recortes en la cantidad de proyectos aprobados por año. «Eso da la pauta de que este 10 de abril en el cual recordamos a Houssay no es un día precisamente feliz para la gente que deseamos que la ciencia y la tecnología tenga un lugar preponderante entre las políticas públicas y a largo plazo que nos planteamos como país, con miras a un desarrollo y a una mejora en la calidad de vida de nuestra gente a través de la producción, la aplicación y la circulación del conocimiento científico tecnológico», enfatizó.
A pesar del entorno desfavorable, Cortassa destacó que la UNER haya logrado el ingreso de diez de sus postulantes, un número muy considerable para nuestra universidad. Uno de esos candidatos es Gonzalo Andrés, graduado y docente de la Facultad de Ciencias de la Educación.
Continuar con una carrera dedicada a la investigación
Gonzalo Andrés es Doctor en Comunicación Social y becario postdoctoral de CONICET, investiga sobre prácticas educativas mediatizadas en instituciones académicas. No sólo es uno de los investigadores que logró continuar en la carrera científica con beca de CONICET sino que también es uno de los más jóvenes. Describió la dificultad de la selección, especialmente porque implicaba competir con gente mayor que por lo general presenta más currículum.
Estudió Comunicación en nuestra Facultad. Sobre el final del cursado comenzó a participar de proyectos de extensión y de investigación que dirigía la profesora Carina Cortassa y participó como ayudante de cátedra en la materia Problemática de la Ciencia. Realizó su tesis de grado con Víctor Lenarduzzi donde trabajó los cambios comunicacionales y culturales que se generaron a partir de la expansión de las tecnologías informáticas y digitales.
En 2012 ingresó como becario doctoral de CONICET, contando con la dirección de Patricia San Martín, actualmente investigadora principal del organismo. Trabajó en el IRICE, Instituto Rosario de Investigaciones en Ciencias de la Educación. Completó su Doctorado en Comunicación Social en la UNR y se insertó en los proyectos de investigación que dirigía San Martín.
Dado el contexto crítico para la investigación, ciencia y tecnología en nuestro país, recibió con sorpresa la noticia de que formaba parte del 17% que marcaba su permanencia en CONICET. «El ingreso como investigador asistente del CONICET termina coronando un esfuerzo que vengo realizando desde hace 7, 8 años dedicados a una línea de investigación que de a poco fui armando». Tanto su beca doctoral como posdoctoral y el ingreso a la carrera como investigador es dirigido por Patricia San Martín (UNR). «Esto es un reconocimiento. No es sólo individual, hay un sistema y un contexto, profesores que han colaborado. Me da la posibilidad de seguir desarrollando en mi línea de investigación junto a mi directora», afirmó.
Acerca de las líneas de trabajo
«Los proyectos de investigación del IRICE, que dirige San Martín, están vinculados a pensar en la producción o en la construcción sociotecnológica de dispositivos hipermediales dinámicos en diferentes contextos, académicos, culturales, educativos, o de preservación de patrimonio. Yo fui trabajando en diferentes proyectos con esa temática», comentó Andrés.
«En ese marco, mi tesis de doctorado se basó en la creación o en la configuración de un modelo de análisis de los procesos de construcción o sostenibilidad de esos dispositivos hipermediales dinámicos. Creé ese modelo a partir de modelos similares en América Latina y Europa y a partir de la experiencia que tuve participando en dos o tres proyectos dedicados a dispositivos hipermediales dinámicos. El objetivo era generar un modelo de análisis para evaluar la sostenibilidad sociotécnica de esos modelos, entendida como una perdurabilidad en el tiempo y convalidación social, compuesta por cuatro dimensiones: la tecnologica, la social, la textual y la institucional.», explicó.
Su instancia posdoctoral continuó desarrollándose en nuestra Facultad donde readaptó el modelo de análisis orientándolo hacia el análisis de la sostenibilidad sociotécnica de las prácticas educativas mediatizadas por tecnologías en ámbitos educativos, tomando como caso de estudio el Programa EduVirtual de la FCEDU.
Ahora la perspectiva es seguir profundizando ese modelo en ámbitos educativos, universitarios fundamentalmente, evaluando las diferencias entre los usos domésticos cotidianos, culturales de las tecnologías y los tipos de usos universitarios y ver las similitudes y diferencias», aclaró. El objetivo es trabajar sobre la incorporación de tecnologías y plataformas virtuales en contextos universitarios actuales en Argentina, un tema considerado estratégico en CONICET en la línea Aulas del Siglo XXI de la categoría Desarrollo y Tecnología Social.
Fecha: 10/04/2019