La próxima noche de «Compositoras 2019 en el Rodolfo Walsh» estará protagonizada por Adriana Bruselario, en la función de directora de una composición colectiva | Será el viernes 11 de octubre a las 21:00
«A fines del año pasado sentí la necesidad y el deseo de formar un grupo de música y dirigirlo. Se lo comenté a una amiga, Stella Sánchez, y me dijo: vamos a hacerlo«. La historia de la próxima función del ciclo Compositoras empieza así, pero la historia de Adriana Bruselario como directora, tiene más tiempo.
Tiene, precisamente, cinco años, cuando empezó la experiencia de Vamoviendo: un ensamble de percusión, voces y varios instrumentos más. «Éramos un grupo de 30 personas tocando y cantando. Fue ahí donde me enamoré de estar en el rol de dirigir. Eso es lo que ahora quiero», asegura Adriana.
Lo que decidieron con Stella Sánchez es que querían «generar algo en la ciudad, que aparezca en la calle y que quienes se encuentren con eso entren en una situación de baile. Le dimos vueltas y vueltas y finalmente empezamos a ver qué sonoridad queríamos. Organizamos cuántas veces queríamos ensayar por semana para que realmente podamos salir a la cancha pronto y convocamos a gente que nos gustaba que esté. Así fue cómo surgió este grupo que vamos a presentar en Compositoras».
¿Y cómo es ese grupo? «Es un ensamble de percusión y voces que está formado por cinco voces y por ocho percusionistas, más la dirección. Usamos el lenguaje de improvisación con señas para ritmo y percusión, que es un lenguaje que permite improvisar de forma colectiva a partir de pautas. Cada uno aporta musicalmente a partir de esas señas y tiene la libertad de componer, de crear en el momento. Es un grupo de improvisación».
Cuando se dio cuenta de que la dirección con lenguaje de improvisación era lo que más le gustaba, empezó a tomar clases «con gente que enseñaba ese sistema y a practicarlo» y ahora está enseñándole a otras personas.
Pero antes «de estar en este rol que tanto me gusta», formó parte de varios grupos, entre ellos, Espejada Trío con Laura Balzer y Agustina Schreider, la cuerda de candombe La Yaguarona, la batería de murga La Mal Parida, el grupo Tocá yo te sigo, Qué bonito y Litoral Tango, un ensamble de percusión y voces dirigido por Pablo Suárez.
«Lo que más me divierte es hacer cosas con otros y crear a partir de ahí. Creo que funciono así y que tiene que ser así, por eso lo hago: cuando nos juntamos surgen cosas que no surgen cuando estamos solos. Estoy tratando de ponerle cada vez más el cuerpo a eso y aprendiendo, porque tampoco es lo más simple ir construyendo con otros, me estoy conociendo yo en esos nuevos lugares«, reconoce.
En ese sentido, cuenta que estar en el ciclo Compositoras es una experiencia de mucho aprendizaje: «Estoy encontrándome con otras chicas, que están creando y que hacen cosas totalmente distintas a las que hago yo. Y me parece que eso es lo más rico y lo más interesante de la propuesta de este ciclo: que crece, que genera otras cosas, charlas y encuentros entre nosotras. Empezamos a proyectar hacia dónde queremos ir y queremos seguir apostando a que se sumen más compositoras«.
Adriana Bruselario es de La Paz, «nacida y criada allá». A los 18 años vino a Paraná a «estudiar una carrera que no tenía nada que ver con la música». Ahora, ya hace la mitad de su vida que está acá: «considero a Paraná como mi casa, es decir tengo dos casas». Y en todos lados está pensando cómo darle forma al sonido, con voces, con tambores, con energía colectiva.
Fotos: Agustín Zuttion