«Constructores de lo inexistente» se llevó a cabo el 26 de octubre con la participación de estudiantes de la FCEDU y docentes y personal de la Comisión de Discapacidad y Accesibilidad
En el marco del ciclo de actividades del PIID “Accesibilidad, prácticas de formación y de acompañamiento: otros modos de habitar la universidad”, organizadas por la Comisión de Discapacidad y Accesibilidad de la FCEDU-UNER se llevó adelante un taller destinado a estudiantes, denominado «Constructores de lo inexistente”, con referentes de la Asociación Paranaense de Síndrome de Down y otras Discapacidades e integrantes del programa de radio deportivo impulsado por la institución y coordinado por el comunicador Lucas Barzola, Facheros y Picantes.
«El encuentro que compartimos con el equipo de Facheros y Picantes fue increíble. Ellos nos contaron de su labor periodística con su programa de radio deportivo, sus reconocimientos, sus participaciones en las redes. Intercambiamos preguntas y dudas que nos surgían de sus tareas. Luego, comenzamos los juegos que nos habían preparado. Jugamos a intentar comunicarnos con todas las ‘barreras’ que impedían comprender el mensaje y su sentido. Después, buscamos cosas que teníamos en común: chistes, equipos de fútbol, canciones, calzados. Fue muy emotivo. Este proceso de pensarnos diferentes e iguales recién comienza», destacó la integrante de la Comisión de Accesibilidad, María Laura Chapero.
Lucas Barzola es comunicador social por la FCEDU y desde 2014 trabaja en la Asociación Paranaense de Síndrome de Down y otras discapacidades (ASPADID), en su Centro Educativo Privado de Educación Integral Nº 30. Allí comenzó a coordinar un taller de comunicación con jóvenes con discapacidad que empezaron a manifestar su interés por lo deportivo. El espacio se convirtió en un programa de radio: Facheros y Picantes, el cual ha sido distinguido con el premio Ovación a la excelencia deportiva en 2017.
Barzola resaltó la importancia y lo enriquecedor de «encontrarnos con lo que se nos aparece como diferente y trabajar sobre las diferencias, sobre el respeto, sobre la diversidad. Aprender o ensayar la convivencia de estas diferencias dentro del ámbito universitario. Muchas veces a las personas con discapacidad les resulta muy difícil llegar a un ámbito universitario, por diferentes tipos de barreras, y este acercamiento convoca a repensar la discapacidad dentro del ámbito universitario, repensarnos en las propuestas académicas, cómo pueden intervenir las personas con discapacidad, cómo pueden participar, ser partícipes y protagonistas también«.
En cuanto al taller y a las actividades lúdicas desarrolladas, hizo hincapié en la palabra: «La comunicación es un motor para hablar sobre la discapacidad, para hablar sobre la convivencia, sobre la diversidad y los comunicadores tenemos un lugar muy importante para dar lugar a estas ideas y convocar a la participación social de todos los actores sociales. Me parece que ese es el gran desafío que tenemos. Para mi como graduado de esta casa de estudios es muy importante la convocatoria, que reconozcan el trabajo que se viene haciendo y el valor que tienen las personas con discapacidad en el entramado social. Muchas veces son vistos como sujetos de asistencia y no como sujetos productores de contenidos, como sujetos portadores de sueños, de desafíos, de ideas, de pensamientos».
Por último, Marcelo Altamirano, profesor de Educación Física e integrante del equipo de Facheros y Picantes, comentó algunos detalles del taller y del programa:
El fútbol es el fuerte de Facheros y Picantes. Comenzamos a trabajar hace algunos años atrás compartiendo el juego mismo del fútbol y tratando de interpretar lo que sucede poniéndonos en distintos lugares de un oponente, de un árbitro, de un línea. Hemos ido trabajando en eso y luego llevándolo a otro plano, como maquetas sobre sistemas de juego. Hemos elaborado nuestras propias planillas de seguimiento, las cuales se utilizan en las coberturas de los partidos que Patronato lleva a cabo en el estadio Grella. Esas planillas nos permiten contar con datos y poder tener nuestros propios indicadores, seguir aprendiendo y mejorando en lo que hacemos día a día.
En cuanto a la experiencia del taller en la FCEDU, resaltó que volvieron «totalmente felices y muy agradecidos»: «Que nuestros estudiantes puedan también compartir con personas de sus mismas edades, jugar juntos a otros estudiantes, ver cómo se compartían esas sonrisas, esa alegría, cómo interactuábamos entre todos fue realmente gratificante para nosotros. El equipo docente lo celebró muchísimo porque consideramos estas experiencias como muy valiosas para nuestros estudiantes, para fortalecer vínculos, para poder avanzar en lo que hacemos desde nuestros espacios y para intentar que nuestros estudiantes tengan mayores posibilidades; que la sociedad confíe y crea en que cuando hay trabajo y perseverancia las cosas suceden y todo es posible», cerró.
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