La escritora María Teresa Andruetto y el investigador Alejandro Dujovne compartieron sus experiencias con estudiantes de la Tecnicatura en Producción Editorial de la FCEDU
Por estudiantes del Seminario «Actualidad del Campo Editorial»
El pasado 15 de octubre, estudiantes de primer año de la Tecnicatura en Producción Editorial dialogamos con dos importantes figuras del mundo del libro, María Teresa Andruetto y Alejandro Dujovne. En el espacio del Seminario Actualidad del Campo Editorial, el grupo conversó con los especialistas sobre los diversos tópicos referidos al mundo del libro: las políticas y legislaciones vigentes y futuras, el rol del Estado como agente interventor en el campo editorial y la impronta social del libro como objeto cultural privilegiado en una sociedad democrática.
María Teresa Andruetto es una renombrada escritora cordobesa que ganó el gran Premio Hans Christian Andersen 2012 de literatura infantil y juvenil otorgado por la Organización Internacional para el Libro Juvenil (IBBY), el Premio Konex de Platino a las Letras en la disciplina Literatura Infantil en el año 2014, entre otros importantes reconocimientos. Desde los inicios, Andruetto estuvo relacionada a los libros; durante la conversación recordó el impacto que tuvo en su infancia habitar una casa con libros. Llegado el momento, estudió la carrera de Letras en la Universidad Nacional de Córdoba y, simultáneamente, realizó trabajos relacionados con el mundo del libro, entre ellos, en una linotipia como correctora.
En el encuentro, Andruetto mostró su interés por la industria del libro y sostuvo que la actividad editorial va de la mano con la construcción de lectores. La escritora cordobesa define a la literatura como un arte o una forma de creatividad que necesita del libro para existir: circula a través de este y requiere de esa materialidad que lo vuelve un objeto comercial. Por este motivo, argumentó que existe una relación singular entre la construcción de lectores y la industria editorial, esta articulación se basa en las posibilidades de acceso de un lector: “mientras más calidad lectora tenga una comunidad” afirmó Andruetto ”mayor calidad de contenido habrá en las ediciones solicitadas en la industria”. Así, las dinámicas editoriales se someten a un diálogo constante que incluye, no solo a una sociedad lectora, sino a autores y editores.
Finalmente, Andruetto expresó que la literatura argentina es rica, potente y diversa y por esa razón no es fácil para un escritor hacerse un lugar en el ambiente. En este sentido, comentó que en su ingreso al mundo de los libros, las mayores dificultades que encontró fueron por su carácter de escritora de provincia. Quizás por esto es que le interesa una intervención sobre el campo editorial que opere en contraposición de la lógica de estancamiento con pocos nombres o sellos que se solidifiquen y no se puedan romper.
Por otro lado, Alejandro Dujovne, también nacido en Córdoba; es investigador del CONICET y director del Centro de Estudios de Políticas Públicas del Libro e impulsor y redactor del proyecto de Ley para la creación de un Instituto Nacional del Libro Argentino. Sus investigaciones se basan en la historia y sociología del mundo editorial y participa en diferentes proyectos de ley y políticas públicas nacionales, entre otras propuestas internacionales, relativas a la edición y el ecosistema del libro.
Dujovne dividió su conversación en dos momentos, el primero de ellos relacionado con el aniversario de la sanción de la Ley de Precio Fijo y el segundo, también desde un marco legal, sobre el proyecto frustrado de creación de un Instituto Nacional del Libro. Estos dos episodios, según el investigador, dan cuenta de algunas condiciones del ecosistema editorial y aportan datos relevantes para pensar políticamente el desarrollo del mundo del libro.
A propósito del primer momento, el investigador recordó los motivos por los cuales la sanción de la Ley de Precio Fijo fue relevante para la situación que atravesaba el país a principios de la década del 2000. En su relato, se reconstruye un hecho singular que surgió a partir de la venta de libros en supermercados, el cual consistió en un desfase desigual entre los precios sugeridos por las librerías y las grandes cadenas comerciales. “Entonces lo que pasaba —relató Dujovne— es que aparecía un gran supermercado que ponía libros a precios muy bajos y dejaba en offside al editor”. Es por este motivo que, a pesar de algunos desacuerdos iniciales, la ley posibilitó queel precio vuelva a tener como protagonistas a la red de librerías. La situación, como plantea Dujovne, también tuvo sus particularidades, porque no fue una discusión entre grandes empresas y grandes cadenas de librerías, ya que en ese período aún no existían las cadenas que se conocen hoy, como Yenni, Ateneo o Cúspide.
Sin embargo, no fueron externos los hechos relacionados al estallido social del 2001, que habilitaron a la rápida sanción de la ley, atravesando los procesos reglamentarios esenciales. Esto se contrasta, en la exposición del investigador, con otras legislaciones sobre el libro que el expresidente Fernando de la Rúa vetó o modificó, según criterios empresariales. El resultado de este episodio derivó, según el investigador, en una lección particular: “esta ley tuvo mucha suerte, porque no tuvimos especialistas en la gestión estatal dedicados a la cultura y específicamente al libro, se trató más de un momento que necesitó de un buen ejercicio de reflexión y de saber aprovechar esa oportunidad”.
El segundo episodio da cuenta de las condiciones del sistema editorial y se relaciona con los intentos fallidos de creación del Instituto Nacional del Libro, el cual, a lo largo de diez años, se vio interrumpido en diversas instancias parlamentarias. En tres diferentes oportunidades (2009, 2014 y 2017) se visibilizó “libre mercado del libro”: una posición que inscribe al libro en un mercado como cualquier otro sin tener en cuenta sus condiciones en tanto capital simbólico y cultural. Esta posición, en el recorrido que hizo Alejandro sobre los derroteros de la ley, se acentuó durante la dirección de Pablo Avelluto como secretario de Cultura, dada su condición de gestor y de director de una editorial de capitales transnacionales. Dujovne explica que desde el Estado Nacional había una doble oposición: ideológica y política, ya que la propuesta de ley no representaba el esquema del gobierno del momento. Finalmente, se esperaba un cuarto intento de presentar este proyecto durante el 2020 pero se vio aplazado por las condiciones sanitarias que, en palabras del investigador, dieron lugar a otras necesidades tanto culturales como sociales.
Ambas presentaciones, la de Andruetto y Dujovne, cerraron con un consejo dirigido a las personas interesadas en el camino de la edición: remarcaron la necesaria tarea de conocer los debates actuales sobre el mundo del libro para que el trabajo de edición no se aísle de las demás actividades sociales. A su vez, señalaron la fuerte vacancia de esta práctica y su particular importancia en la creación de voces y lugares nuevos de circulación de las ideas.