Este miércoles 5 de diciembre inició el VII Coloquio Internacional Interdisciplinario: Educación, Sexualidades y Relaciones de Género, organizado el equipo Mariposas Mirabal de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA y el equipo de extensión e investigación “Cuerpos, géneros y sexualidades en la escuela» de la Facultad de Ciencias de la Educación – UNER, que es sede por primera vez | Inauguró el Coloquio un Panel integrado por Graciela Morgade (UBA), Guadalupe Molina (UNC) y Alicia Naput (UNER), con reflexiones a doce años de la sanción de la Ley de Educación Sexual Integral en nuestro país | El Coloquio será hasta el viernes 7 de diciembre
Fue en el año 2005 cuando algunos equipos de investigación sobre géneros, sexualidades y educación de las Universidades de Buenos Aires y Comahue creyeron necesario empezar a reunirse y debatir acerca de qué pedagogías sobre las sexualidades se producían, reproducían, reforzaban o agrietaban cuando se involucraban estas temáticas, precisamente, en la práctica pedagógica. Un año después, en octubre de 2006, se sancionó la Ley 26.150 que creó el Programa Nacional de Educación Sexual en Argentina.
A doce años de aquel hito parteaguas, se desarrolla en la FCEDU, y en un contexto político de radicalización de las formas de gubernamentalidad neoliberal, la séptima edición de aquel encuentro que pretende ser, según la convocatoria a participar, «un intersticio colectivo de lucha».
Inaugura el acontecimiento un panel que busca recuperar los recorridos históricos y los escenarios actuales. Lo integran Graciela Morgade, que además de ser Decana actual de la FFyL-UBA, es docente y una investigadora pionera en torno a las pedagogías y sexualidades; Guadalupe Molina, investigadora y docente de la Universidad Nacional de Córdoba, preocupada por las experiencias escolares de estudiantes secundarios en relación a las emociones y la sexualidad; y Alicia Naput, docente e investigadora de nuestra casa de estudios, directora del proyecto “Cuerpos, géneros y sexualidades en educación. Exploraciones transfronterizas entre derechos, agencias, conmociones estéticas y alteraciones culturales”.
El estandarte de la mesa que las reúne es una bandera disidente y orgullosa, que se abraza al pañuelo de la Campaña por el Aborto Seguro, Legal y Gratuito. El pañuelo verde que durante este año se paseó atado a las mochilas de estudiantes de todo el país, como nunca antes. Éste, incluso, está arrugado porque debe haber estado en ese mismo sitio, o en un puño.
Encontrarse por y en la ESI
La Decana de FCEDU-UNER, Mg. Gabriela Bergomás, recibió al público participante y al equipo de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, reconociendo el gusto de «potenciar la fuerza del trabajo articulado». Resaltó especialmente el trabajo de docencia, investigación y extensión del equipo “Cuerpos, géneros y sexualidades en la escuela», «que ha puesto a nuestra Facultad en un lugar de referencia que valoramos mucho». Y además, señaló la importancia de, en un contexto de «embate e invisibilización de estas temáticas», estar produciendo conocimiento y también «propiciando el debate y la militancia concreta».
La Dra. Alicia Naput abrió, a continuación, el panel. «Es una inmensa responsabilidad y un desafío para mí presentar a quienes integran este panel, no tanto por el carácter académico –aunque también es muy importante en ese sentido–, sino porque tenemos enfrente a compañeras, militantes, activistas feministas a quienes les debemos una parte muy importante de las leyes que defendemos, dentro y fuera de las Universidades», subrayó.
ESI, desobediencias y tutela patriarcal
A partir del trailer de la última película de Iván Fund, Vendrán lluvias suaves, que retrata las peripecias de un grupo de niñas y niños cuyos padres/tutores se acuestan a dormir y no se despiertan más; la foto y su epígrafe de una docente con dos estudiantes subvirtiendo la idea del ‘día del maestro’; y la convocatoria de Historias desobedientes, colectivo de hijas, hijos y familiares de genocidas por la Verdad y la Justicia, que declara desobedecer a «la autoridad que exige respeto por tener un uniforme, un arma, una sotana, o un cargo importante, pero es incapaz de respetar la dignidad de un ser humano», a «la incondicional filiatoria hacia aquellos familiares que nos mintieron, ocultaron, y defraudaron» y por tanto, «a la complicidad familiar», Naput desarrolló en tres escenas un recorrido crítico de la tutela patriarcal.
De este modo, propuso pensar, en el contexto del patriarcado como ese «sistema político social de naturalización del dominio», a «la imaginación fantástica y el ejercicio de la desobediencia por una vida vivible» como elementos que nutren el «archivo de la ESI». «Se trata de escenas para poder pensar cómo los derechos de niñes están por encima de la patria potestad. Nuestra supervivencia no depende de la vigilancia sino del reconocimiento de nuestra relación estrecha con los demás», resaltó, especialmente dialogando con la película del cineasta entrerriano estrenada recientemente.
Por último, Naput se enfocó en el devenir de la Ley Provincial de Salud Sexual y Reproductiva y Educación Sexual N° 9501, frente a la cual «presenciamos una temprana guerra llevada adelante por la iglesia católica». Mediante una resolución posterior a la ley, se dejó sin efecto el artículo 4, que creaba el programa de derechos sexuales y salud reproductiva y se estableció la existencia de sólo dos géneros. Recientemente, a través del activismo de la Red Interescuelas por la ESI, se logró la Resolución 5063 (noviembre de 2018) que retoma la Ley Nacional de Educación Sexual Integral N° 26.150 y establece la conformación de equipos docentes referentes de Educación Sexual Integral con un enfoque interdisciplinario, a nivel regional y por cada institución. «Habrá que seguirle la huella», indicó Naput.
Con una foto de la última Marcha del Orgullo Disidente en Paraná, Alicia Naput cerró: “No estamos perdides. No hacen falta esperanzas, esa intensidad de la fuerza compartida es la vida en su mejor versión, más allá que cualquier esperanza”.
ESI, docentes y la escuela transformada
Por su parte, la Dra. Guadalupe Molina se centró en narrar algunos de los capítulos previos a la sanción de la ESI, desde la recuperación democrática; así como los desafíos y conflictos que acarreó desde su sanción, en la particularidad institucional de las escuelas. «Un texto de ley no nos da garantías de transformación de las prácticas, la experiencia escolar cotidiana transforma las prescripciones estatales. Las normas son recibidas y reinterpretadas en un orden institucional que las precede», explicó, mientras el público asentía con la cabeza.
En 2006 se inició un proceso de «lo que podemos llamar una disputa legitimada sobre la ESI», que «podría ser letra muerta si no fuera que le dimos y le damos experiencias concretas de educación sexual«. Incluso, Molina resaltó que «muches docentes han transitado experiencias de empoderamiento, audacia y compromiso político a través de los ejes de la ESI».
Además de comentar las particularidades del proceso en la provincia de Córdoba –donde no hay una ley provincial de Educación Sexual–, Molina se detuvo en algunas escenas de la cotidianidad de las escuelas, los discursos de estudiantes, docentes, autoridades, que la cuestionan o que la demandan. También destacó la importancia de «docentes que están cotidianamente en la trinchera, es decir, en la escuela y en la calle» y que «tramitan cuerpo a cuerpo las expresiones de dolor y vulneración de derechos que atraviesan a sus estudiantes niñes y adolescentes».
En cuanto al discurso de sectores que vitorean la consigna «Con mis hijos no te metas», Molina sentenció: «El Estado y la escuela se meten con les niñes siempre, el tema es cómo y con objetivos. Hoy el Estado es el garante de los derechos de niñes y adolescentes. Les hijes son sujetos de derechos y el Estado es el responsable principal de la educación pública».
Para terminar, Molina resaltó: «Los argumentos de los sectores antiderechos son falaces y reproducen una escuela y una sociedad expulsora, opresiva y violenta. La ESI es un dispositivo privilegiado para pensar la escuela y transformarla. Es un aguijón que va a la médula de la conformación del sistema educativo argentino, a sumarse enérgicamente al reclamo de separación de iglesia y Estado. La arremetida neoliberal nos exige aún más. Defender la ESI como política pública es defender a la escuela como un espacio privilegiado de construcción de vínculos y proyección de futuro, dos cuestiones a las que se opone el neoliberalismo».
ESI, trayectos históricos y escenarios actuales
La Dra. Graciela Morgade aludió, para empezar, a su doble carácter en la participación del Coloquio: como alguien que viene estudiando hace muchos años las cuestiones de género y sexualidades en educación; pero, además, actualmente como Decana de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. En ese sentido, resaltó: «La ESI, tarde o temprano, es una mirada que tiene que atravesar a las instituciones universitarias. Aunque no nos guste, la foto actual del CIN es muy parecida a la del G20: en un total de 57 universidades nacionales, hay 6 rectoras«.
Así, instó a reconocer que las Universidades aún son «territorios del patriarcado, atravesadas por sesgos androcéntricos del conocimiento» y que «tenemos que trabajar en la asociación necesaria al proyecto de la ESI».
A continuación, retomó la relación histórica de los feminismos con la educación: «Desde la primera ola, quienes luchaban por el derecho al voto, también luchaban por el derecho al acceso a la educación». Más tarde, las disidencias hicieron estallar las categorías de género y lo binario, y también empezaron a hablar necesariamente de educación. Un largo derrotero de discusiones históricas «cuaja entonces en el 2006, por una voluntad política que tenemos que reconocer».
Morgade se detuvo a identificar de qué habla la ESI y qué pone en cuestión, sosteniendo que es «el mayor proyecto pedagógico que tenemos»: «Habla de los cuerpos por primera vez, una enorme novedad en el sistema educativo», comentó un poco irónicamente, mientras el auditorio respondió con una risa. «Los cuerpos estuvieron siempre ahí, sin embargo, la ESI los nombra y de alguna manera genera que aparezcan; con su diversidad y también con sus determinaciones históricas, culturales, con sus goces y padecimientos. Esos cuerpos habían sido supuestos por la pedagogía pero no eran materia cotidiana de trabajo«.
También la ESI «hace que aparezca el conocimiento y que sea discutido»: «Históricamente el conocimiento escolar apareció como cristalizado. La ESI vuelve a poner en el conocimiento algo que es inherente al conocimiento mismo que es su provisoriedad. Y además muestra sus rasgos coloniales, capitalistas, patriarcales. Esta crítica epistemológica es una crítica al conocimiento mismo». Como si fuera poco, la ESI también discute el lugar de los y las docentes, la relación pedagógica, el uso del lenguaje –»la herramienta por excelencia de la construcción del conocimiento»– y sus propias vidas y narrativas personales.
«Si pensamos en todo ésto, además de la violencia familiar que sufren a veces las madres de les niñes, los cuerpos trans y travestis, los cuerpos escondidos que también desde el sector docente empezaron a salir del closet: todo ésto permitió la ESI que saliera. ¿Cómo va a ser sencillo? Es el proyecto pedagógico más grande que tenemos. No es un curso de una mañana. Y sobre todo, necesita presupuesto de los gobiernos nacionales y provinciales«, enfatizó Graciela Morgade.
Por último, Morgade resaltó que «estamos atravesando un momento político de hegemonía del neoliberalismo, donde se plantea el discurso de que cada persona tiene lo que se merece porque se esfuerza individualmente; a ese discurso los feminismos y los movimientos sociosexuales están ofreciendo un proyecto que es colectivo, necesariamente».
En ese sentido, «hacemos honor a nuestra historia, a nuestras antecesoras y antecesores. Ésto es nuestro capital, una historia que encarnamos», expresó Morgade, convocando a seguirla defendiendo. «Trabajemos para cuidar la ESI, para profundizarla. Hagamos todo. Y tratemos de no partir el campo popular en un momento como el actual. Creo que, en suma, tenemos que lograr que cambie la política económica, la política de seguridad, la política internacional de entrega colonial de nuestro país y la política de trabajo que ningunea a los sindicatos, en particular, a los sindicatos docentes».
El panel cerró con una reivindicación a la memoria de Lucía Pérez, en un día de paro y miércoles negro, tras el «fallo que volvió a revictimizar a Lucía y donde está la concentración de todos los estigmas». Se convocó entonces a participar de la concentración en Plaza Mansilla de Paraná, frente a Tribunales, «con la intensidad de la indignación y la fuerza vital de que nos queremos vivas y estamos de pie».
Texto: Rocío Fernández Doval
Fotografía: Paula Kindsvater
Producción General: Área de Comunicación Institucional FCEDU-UNER
Fecha: 6/12/18
Pingback : Alicia Naput: "La ESI conmueve fuertemente las columnas de la escuela, que son las mismas del patriarcado" - Portal FCEDU UNER